viernes, 26 de septiembre de 2014

“Aquí queremos mucho a la gente”
Queridos amigos/as:
Te iremos informando de algunas de las actividades de la Parroquia. Más importante  que lo que hacemos es lo que somos: la familia de Dios. Tu familia.  Una familia que quiere despertar el impulso misionero para salir a anunciar a todos el gozo del Evangelio, la Buena Noticia del amor de Dios manifestado en Cristo. Una familia que se reúne para compartir, desde la fe, cuanto acontece en la vida diaria. Familia en donde se enseña a crecer en la fe; familia festiva en donde se celebra y se vive con gozo la fe; familia acogedora que se convierte en posada de tantas personas cargadas de problemas, soledades, tristezas...; Familia solidaria siempre atenta al sufrimiento de los más pobres y pequeños; Familia tolerante y plural, en la que hay cabida para grupos diferentes que están unidos en el amor para llevar a cabo la misión; familia que ha de convertirse en taller, en el que aprendemos a ser ciudadanos ilusionados en transformar y renovar  la misma humanidad. En ella se ha de aprender a ser testigos de la fe en nuestros ambientes. Familia en salida a las periferias como nos ha invitado el Papa Francisco. Familia unida en comunión con las otras familias que forman la Diócesis, y la Iglesia universal.

Tú eres parte de esta familia. No podemos, ni queremos, renunciar a tu presencia y participación. Ésta es tu casa. No nos olvidamos de ti. Aquí queremos mucho a la gente y, sobre todo, nos sentimos queridos por el Padre Dios.

La Iglesia, su vida y su tarea, son cosa de todos. También tuya. No olvides tu pertenencia a esta familia. Pon tu parte de corresponsabilidad. No  veas  la Iglesia, ni a tu Parroquia, como una empresa más a la que acudes solamente a pedir algún servicio religioso. Únete  a los que contigo formamos esta familia de los hijos de Dios. Infórmate. Pregunta. Piensa dónde, cómo y en qué puedes poner tu parte

Aquí cabemos todos. Los que tienen una fe viva y los que tienen una fe perpleja, los que viven la fe con normalidad y los que están en búsqueda, los que están dentro y los que nunca estuvieron, o estuvieron cerca de la Iglesia y, por lo que sea, ahora están más alejados. Los que viven las carencias de la pobreza y los que viven los vacíos de la abundancia. Todos. ¡Tú también!

Por eso te invitamos a que participes. Un fuerte abrazo.
SECUNDINO



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