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viernes, 30 de mayo de 2014
jueves, 29 de mayo de 2014
martes, 27 de mayo de 2014
Jornada Mundial
de las Comunicaciones Sociales 2014
La
comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro
1 de junio de 2014
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Materiales
— Presentación
— Mensaje del Papa Francisco parala XLVIII Jornada Mundial
— Mensaje de los Obispos de la CEMS
— Subsidio litúrgico
— Decálogo del periodista
— Programación religiosa de radio y televisión 2014
— Conferencia del P. Lombardi a los delegados de Medios de Comunicación
— Presentación
— Mensaje del Papa Francisco para
— Mensaje de los Obispos de la CEMS
— Subsidio litúrgico
— Decálogo del periodista
— Programación religiosa de radio y televisión 2014
— Conferencia del P. Lombardi a los delegados de Medios de Comunicación
viernes, 23 de mayo de 2014
miércoles, 21 de mayo de 2014
Un aguacero… de
pesimismo
En
aquella reunión, como en tantas otras, fue avanzando una nube negra de
desaliento que pronto desató un aguacero de pesimismo:
Falta
compromiso, decía uno. Mas catecismo es lo que se necesita, sentenciaba una
abuela. La juventud está perdida, afirmaba rotunda mi vecina de asiento. La Iglesia se queda vacía,
tronaba un señor mayor.
¡Tres cuartos de hora, oye! Tres cuartos de
hora llevábamos de aguacero de lamentos, de acusaciones, de autoinculpaciones,
de desesperanzas, de pesimismo negro… y por ahí.
De pronto pidió la
palabra la palabra una señora. Tenía una vocecilla suave (a mí me pareció un
susurro del Espíritu)
-
Pues, yo no veo la cosa tan negra, nos dijo.
- Mujer, el Espíritu Santo no está de
vacaciones, reconvino uno, de no sé que grupo.
- A eso iba, dijo la señora.
Porque… ¿quién anima a Lalo, el albañil, que harto de andamio viene a “dar”
catequesis a la Parroquia …?
¿Y a los del grupo de Acogida que se desviven por los gitanos y marginados del pueblo…?
¿Y a las chicas del grupo de Misiones, que están hasta las tantas con los
chicos más difíciles del barrio? ¿Y al grupo de mujeres, que están solas, pero
nunca dejan solos a los enfermos de la Parroquia …? ¿Quién alienta a Juanjo, que trabaja
en el Sindicato, en la
Asociación de vecinos, en el grupo de oración, y que anda
roto de pelear por la justicia, y de apoyar a los parados con toda el alma y…
con la cartera...? ¿De dónde saca fuerzas Sinda, para atender a tres grupos, y
que es guitarra para el que canta, pañuelo de todo el que llora, manta para los que tiritan de frío al relente
de la soledad, abogada de los pobres, voz de los que no pintan nada, cobijo de
todos los desgraciados, y que siempre
anda cansada porque en hacer el bien no descansa…? ¿Dónde está el secreto de
mucha gente más, que está poniendo la fe, la esperanza y el amor en el
candelero del mundo, para que alumbre a todos?
Una voz susurró a mi lado: “¡no dejan de ser
cuatro gatos!”. Pero a mí, que estaba empapado por el aguacero de
pesimismo, me pareció un rayo de sol en medio de la tormenta. Me dio de lleno
en los ojos del alma, oye; sentí como una paz inquieta, y, comencé a pensar: ¡es el Espíritu Santo!
S. Martínez Rubio
martes, 20 de mayo de 2014
miércoles, 14 de mayo de 2014
Evangelio del Quinto Domingo de Pascua
Evangelio del Quinto Domingo de Pascua
" Yo soy el camino y la verdad y la vida "
lunes, 12 de mayo de 2014
VIVIR NO ES DURAR PORQUE
RESPIRAS
¡VIVIR ES OTRA COSA!
Comenzamos la reunión con unos minutos de retraso. En los previos
intercambio de saludos y las habituales preguntas: ¿Cómo estás?, ¿Cómo os va?, ¿Qué tal vives?, Hola ¿qué tal?... Las
respuestas en este tono: “ Pues ya ves…",
" Ahí vamos", “Pichssss... no me puedo quejar", "No
estamos mal", " Ya te digo... tirando". Y en este plan.
El que coordinaba la reunión, después de
rezar, nos preguntó a bocajarro: ¿Creemos nosotros en el Espíritu Santo, Señor
y dador de vida? Y aclaró: es que, cuando nos hemos preguntado por nuestras
vidas, al saludarnos, parece que, más que vivir, vamos tirando, durando, pero…,
vivir es otra cosa. La que da el Espíritu, “Señor y dador de vida”,
es otra vida, otro estilo, otro talante. ¿Cómo está nuestra vida? ¿Vivimos o
estamos anestesiados?
Las preguntas nos sonaron como una aldaba
maciza en la puerta de nuestra rutina. Se hizo un silencio quieto, cauto,
reflexivo. Nos costó trabajo, oye, pero, poco a poco, cada cual fue
bajando a sus adentros. Alzamos también la mirada a nuestros entornos
sociales, y comenzó el laboreo crítico y autocrítico. Y resultó que, el que más
y el que menos, andábamos jaspeados de tristeza, colgados del desamparo,
agazapados en la amargura, menesterosos de esperanza, exilados en la soledad,
huyendo del compromiso, en las bodegas de la decepción, y por ahí. Ya te
digo, tirando. Dimitiendo de vivir. Anestesiados. Total, un sin-vivir
Alguien alegó la dureza de la vida, lo
difícil de la situación, lo del horno, que no estaba para bollos. El cura
aclaró que el Espíritu no era un varita mágica que eliminara los problemas,
sino que nos daba sus dones para afrontarlos. Nos hizo pensar.
Terminamos leyendo aquello del evangelio de san Juan:“Yo
he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.” (Jn 10:10) y oramos al Espíritu Santo; me sonó
distinto aquello de: “Ven Espíritu
Divino…, Dios espléndido…, Luz profunda…, No hay consuelo como el tuyo…, suave
tregua en la fatiga…, paz del llanto…, mira el vacío del hombre si tú le faltas
por dentro…, llueve tú nuestra sequía…, ven y sánanos”. Desde ese día entiendo
mejor lo de: “creo en el Espíritu Santo, Señor
y dador de vida”.
S. Martinez Rubio
miércoles, 7 de mayo de 2014

EVANGELIO DEL DOMINGO DEL BUEN PASTOR
(Jn 10,1-10)
https://www.youtube.com/watch?v=HOSa_90_xHU&feature=youtu.be
PASTOR QUE CON TUS SILBOS
AMOROSOS
(Lope de Vega)
Pastor que con tus silbos
amorosos
me despertaste del profundo sueño
tú que hiciste cayado de este leño
me despertaste del profundo sueño
tú que hiciste cayado de este leño
en que tiendes los brazos
poderosos;
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor
y dueño,
y la palabra de seguirte
empeño,
tus dulces silbos y tus pies
hermosos.
Oye, Pastor, que por amores
mueres:
no te espante el rigor de mis
pecados,
pues tan amigo de rendidos
eres.
Espera, pues, y escucha mis
cuidados;
¿pero cómo te digo que me
esperes,
si estás, para esperar, los
pies clavados?
martes, 6 de mayo de 2014
¿DÓNDE
ESTÁS, RESUCITADO?
( de Antonio Bellido Almeida)
¿Dónde estás,
RESUCITADO?
En
la lluvia y en la flor,
en el gozo y en la pena
y en el beso del amor (...).
en el gozo y en la pena
y en el beso del amor (...).
¿Dónde estás, suplico,
AMIGO?
En
la noche de la espera,
en el alba de la vida,
en el viento de la sierra,
en la tarde despoblada,
en el sueño que no sueña,
en la niña enamorada,
en el hambre desgarrada
y en el pan para la mesa,
en el hombre que me busca
y en aquel que se me aleja,
en el canto del hogar
y en el llanto de la guerra,
en el gozo compartido
y en la aislada amarga pena (...).
en el alba de la vida,
en el viento de la sierra,
en la tarde despoblada,
en el sueño que no sueña,
en la niña enamorada,
en el hambre desgarrada
y en el pan para la mesa,
en el hombre que me busca
y en aquel que se me aleja,
en el canto del hogar
y en el llanto de la guerra,
en el gozo compartido
y en la aislada amarga pena (...).
En
el silencio sellado
y en el grito de protesta,
en la cruz de cada día
y en la muerte que se acerca,
en la luz de la otra Orilla
y en mi Amor como respuesta.
y en el grito de protesta,
en la cruz de cada día
y en la muerte que se acerca,
en la luz de la otra Orilla
y en mi Amor como respuesta.
Que ¿dónde estoy me
preguntas?
Vivo
y camino en la tierra
peregrino hacia Emaús
para sentarme a tu mesa,
que al partir de nuevo el pan
descubrirás mi Presencia.
peregrino hacia Emaús
para sentarme a tu mesa,
que al partir de nuevo el pan
descubrirás mi Presencia.
Que
¿dónde estoy me preguntas?
Estoy
aquí con vosotros,
con el alma en flor despierta
en esta Pascua de Amor
galopando por las venas
de vuestra sangre empapada
de un Dios que vive y que sueña.
con el alma en flor despierta
en esta Pascua de Amor
galopando por las venas
de vuestra sangre empapada
de un Dios que vive y que sueña.
Que ¿dónde estoy me
preguntas?
Desnúdate
a la sorpresa,
abre los ojos y mira
hacia dentro y hacia fuera,
que en el lagar del dolor
y en la noria del amor,
Yo, tu Dios, llamo a la puerta.
abre los ojos y mira
hacia dentro y hacia fuera,
que en el lagar del dolor
y en la noria del amor,
Yo, tu Dios, llamo a la puerta.
Que ¿dónde estoy me
preguntas?
Resucitado
a tu vera.
Gritad conmigo: ¡Aleluya!
Ha merecido la pena.
Seréis testigos, amigos,
de esta verdad verdadera:
RESUCITÉ DEL SEPULCRO
Y CIELO SE HIZO LA TIERRA.
Gritad conmigo: ¡Aleluya!
Ha merecido la pena.
Seréis testigos, amigos,
de esta verdad verdadera:
RESUCITÉ DEL SEPULCRO
Y CIELO SE HIZO LA TIERRA.
Que ¿dónde estoy me
preguntas?
En
tu vida es la respuesta.
lunes, 5 de mayo de 2014
51ª. Jornada
Mundial de Oración por las Vocaciones
SAL A DARLO TODO
El domingo 11 de mayo de 2014 celebra la Iglesia la 51ª JORNADA DE ORACIÓN POR LAS
VOCACIONES.
Damos gracias a Dios por los hombres y mujeres que a
lo largo de la historia han puesto sus vidas al servicio del Evangelio.
La llamada del Señor sigue resonando en nuestro mundo,
y este día le pedimos que sean muchos los que respondan al Señor, siguiéndole
en la vocación en que son llamados.
Materiales para la Jornada :
domingo, 4 de mayo de 2014
TÚ LE LLAMARÁS MAMÁ
Cuenta una antigua leyenda, que un niño estaba por nacer y
le dijo a Dios:
- Mañana me vas a
enviar a la tierra, ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso?
- Entre muchos
ángeles escogí uno para ti, que te está esperando y te cuidará.
- Pero, aquí en el
cielo no hago más que cantar y sonreír, y eso me basta para ser feliz.
- Tu ángel te
cantará y te llenará de sonrisas. Tú sentirás su amor y serás feliz.
- ¿Cómo entenderé
lo que diga si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá
las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia
y cariño te enseñará a hablar.
- ¿Y qué haré
cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel te
juntará las manitos y te enseñará a comunicarte conmigo
- He oído que en
la tierra hay hombres malos ¿quién me defenderá?
- Tu ángel te
defenderá, aún a costa de su vida.
- Pero estaré
siempre triste porque no te veré más.
- Tu ángel te
hablará de mí y te enseñará el camino para que me reconozcas.
Yo siempre estaré
a tu lado.
- En ese instante
una gran paz reinaba en el cielo, pero se oían voces terrestres y el niño
presuroso repetía suavemente:
- Me tengo que ir.
Dime su nombre ¿Cómo lo reconoceré?, ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no
importa
- Tú le dirás
Mamá.
FELICIDADES A TODAS LAS MADRES
viernes, 2 de mayo de 2014
DOMINGO
TERCERO DE PASCUA
Palabra de Dios:
(Lc 24,13-35)
REFLEXION
S.
Martinez Rubio

Dos desengañados en el camino
del desencanto.
El Domingo de Resurrección, las mujeres van al sepulcro, vienen
diciendo que está vacío, que han tenido una aparición de ángeles que les dicen
que ha resucitado el Señor, pero a Él no lo vieron. No acaban de creerlas y
estos dos escapan se marchan de Jerusalen. Lo de Jesús aparece ante sus ojos
como un desengaño. Ahora regresan a su aldea. Para
volver hacia el Cristo y su mensaje necesitan más razones que las de las
mujeres.
Experiencia de Emaús
Estos dos, que huyen desesperanzados, son signo de todos los han ido
caminando con Jesús, pero después se han decepcionado. No
pueden entender la cruz, no saben situar su muerte en el esquema salvador del
reino: ¡pensaban que sería el liberador de Israel! La cruz ha matado sus
esperanzas y escapan; Abandonan la comunidad, donde siguen reunidos el resto de discípulos.
Nosotros recorremos ese camino muchas
veces: ¡cuántos fracasos, cuántos planes que se han ido abajo, cuántas
ilusiones perdidas!... desalientos y
sinsentidos que a veces nos atenazan. Hemos de reconocer la verdad de nuestra
vida, no engañarnos. Es fundamental para todo encuentro con el Señor. Quien no
sufra el choque fuerte del fracaso de Jesús, quien no sienta la tentación de
escaparse, no podrá entender el evangelio. Ese momento de decepción, ese
intento de evadirse, de recuperar la tranquilidad, de esquivar la cruz,
constituye un elemento integrante del camino a la resurrección cristiana.
El encuentro con el Señor en el camino de la huida.
Aquellos dos, en ese camino de huida, se encuentran con Jesús, que les sale al
paso, se hace el encontradizo, les acompaña y comparte con ellos camino
y decepción, palabra y comida, al tiempo que les va explicando el verdadero
sentido de lo sucedido.
Jesús les invita a decir, a recordar otra vez, aquello que ha sido su deseo, aquello que
ahora es su decepción. Los fugitivos no entendían el sentido de la muerte de
Jesús. Esperaban que acabara como Mesías triunfador, para imponerse con la
fuerza de su gloria; pero han visto cómo ha muerto: fracasado, crucificado…
Abandonan y Jesús les sale al paso en ese camino de abandono. ¡Siempre nos sale
al paso!
Les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura
Jesús, les ofrece una interpretación profunda de las
Escrituras. ¿No sabéis que el Cristo
debía padecer? Aprender a sufrir por
amor, ese es el secreto; dar la vida por los demás, ese es el misterio. La
posibilidad de convertir el sufrimiento en camino salvador. Ellos sólo veían el
sufrimiento como fracaso, pero el sufrimiento, cuando es por amor, no es
fracaso, sino semilla de resurrección. .Jesús no es Mesías de Dios a pesar de que ha
sufrido, sino precisamente porque ha sabido sufrir por amor, amando
a los demás hasta la muerte. No resucita Jesús a pesar de haber muerto, sino
precisamente porque ha muerto dando su vida por los otros. La resurrección no
es el premio a la muerte por amor, sino su fruto, como la espiga no es el
premio al grano que se pudrió, sino su fruto. Sólo si comprendemos la Cruz como gesto salvador,
como signo más alto de amor, podemos entender la pascua de Jesús, el Cristo.
Esto para muchos es escándalo, para otros locura, para nosotros es el portento
de la sabiduría de Dios. (1 Cor
22).
Le reconocieron al partir el pan.
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