PASTOR QUE CON TUS SILBOS
AMOROSOS
(Lope de Vega)
Pastor que con tus silbos
amorosos
me despertaste del profundo sueño
tú que hiciste cayado de este leño
me despertaste del profundo sueño
tú que hiciste cayado de este leño
en que tiendes los brazos
poderosos;
vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor
y dueño,
y la palabra de seguirte
empeño,
tus dulces silbos y tus pies
hermosos.
Oye, Pastor, que por amores
mueres:
no te espante el rigor de mis
pecados,
pues tan amigo de rendidos
eres.
Espera, pues, y escucha mis
cuidados;
¿pero cómo te digo que me
esperes,
si estás, para esperar, los
pies clavados?
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